Culiacán, Sinaloa.- A la par de los guamuchiles, sauces y sabinos, un pequeño arbusto de Microlobius Foetidus es resguardado con cinta de precaución, buscando llamar la atención de los culichis que diariamente pasean por la zona del Asta Bandera en el Parque Las Riberas.
Este es el único espécimen del arbusto que se ha encontrado en las más de 120 hectáreas y 12 kilómetros de extensión que componen al parque lineal, ubicado sobre los márgenes de los ríos Humaya y Tamazula en el corazón de Culiacán.
El arbusto es conocido cómo “Hediondillo”, por despedir un ligero mal olor parecido al del guamúchil cuando sus hojas son molidas o sus troncos cortados. Sin embargo, ese olor es el que llama la atención de insectos polinizadores e incluso iguanas que disfrutan el comer sus hojas de manera voraz.
La plataforma iNaturalist señala que esta es “una planta vital en su ecosistema, apoyando a una variedad de vida silvestre, a pesar de su olor desagradable para los humanos”.
En tanto, la base de datos “Useful Tropical Plants” señala que el Hediondillo tiene la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico al suelo de manera eficiente, al ser una especie de rápido crecimiento en zonas áridas.
Por este servicio ambiental, el Hediondillo es útil para proyectos de reforestación para restaurar bosques nativos y también para establecer jardines forestales.
Su olor, añade la plataforma, indica que tiene potencial para ser utilizado como repelente en la agricultura y también de aprovechamiento maderable en la fabricación de cajas y edificios rústicos.
El responsable de ubicarlo y protegerlo es Luis Ricardo Beltrán, joven estudiante de urbanismo que también trabaja en la protección de flora y fauna como parte de la dirección del Parque Las Riberas.
Dedicado a la reforestación preservación de flora y fauna silvestre en este espacio público, Luis Ricardo señala que pudo ubicar al arbusto debido a que ya conocía la semilla, por lo que, durante los trabajos generales de limpieza que actualmente se llevan a cabo en el parque, pudo darse cuenta de la existencia del ejemplar.
“Me puse a investigar un poco y me di cuenta que era esta especie. Y pues hay que preservarla porque es el único ejemplar actualmente aquí en el parque”, comentó.
El propósito de está labor, añadió, es empezar a difundir a las especies regionales en el Parque y en la ciudad, ya sean nativas o endémicas, pues considera que con el crecimiento de la ciudad, cada vez se pierden más bosques y ecosistemas. A la par, la ciudadanía elige sembrar especies exóticas como la Lluvia de Oro o el Tabachín, que, aunque bonitas, no aportan al equilibrio del ecosistema local.
“La gente los ha ido tomando como normal, pero en sí no cumplen una función aquí en el ecosistema”, explicó Luis Ricardo.
En el caso de este Hediondillo, compartió, se pudieron rescatar alrededor de mil semillas durante su poda. Con estas, Luis Ricardo buscará que el espécimen pueda ser reproducido con el fin de sembrarlo en diversas áreas del Parque Las Riberas, así como en otros espacios públicos y áreas verdes de la ciudad.
Este, dijo, puede ser usado como árbol sin que afecte a las banquetas, pues aunque es un arbusto; sí es podado y cultivado de manera correcta, puede alcanzar hasta los siete metros y, a diferencia del Guamuchil, con quien comparte algunas características, sus ramas no cuentan con espinas.
“La idea es rescatar semillas, no solo de él, sino de varias especies nativas que están en peligro, para empezar a reproducirlas, germinarlas; y no solo aquí en el parque, sino fuera de él, para que la gente empiece a ver un poquito la importancia de preservar estas especies”, expresó.
“Si se quiere recuperar ese ecosistema que antes había, hay que empezar a conocer y usar estas especies nativas”, invitó.
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