Culiacán, Sinaloa.- Ciudadanía, actores económicos y autoridades públicas de Culiacán tenemos una gran deuda con el Cerro de las Siete Gotas, una área natural periurbana a las orillas de la ciudad que numerosos científicos defienden como una zona con gran diversidad biológica e importante por los servicios ecosistémicos que brinda.
Durante los últimos 10 años, está zona ha perdido hasta el 10 por ciento de su superficie forestal ante los desarrollos inmobiliarios que poco a poco se comen las faldas del cerro, alertaron científicos durante la mesa “Medio Ambiente y la Cuestión Urbana en Culiacán, Sinaloa”, llevada a cabo en el contexto del Día Mundial del Medio Ambiente en la Escuela de Ciencias Antropológicas de la UAS.
Esto es grave ya que, desde el 2008 existen proyectos e iniciativas para decretar a está sierra como una Área Natural Protegida, sin que a la fecha esto se haya logrado.
Durante su participación, el Maestro en Estudios Urbanos Pablo Salas, indicó que del 2008 a la fecha el Cerro de las Siete Gotas ha perdido casi 2 mil hectáreas, principalmente por la deforestación para la lotificación de predios. Esto, explicó, porque a pesar del reconocimiento a su importancia ambiental, la zona no cuenta con ninguna capa de protección gubernamental.
“La sierra de las Siete Gotas no tiene una figura jurídica que la proteja, es un espacio con potencial de conservación, que a muchos nos gustaría que hubiera la figura jurídica para reservarla”, explicó.
En su tesis de maestría, Salas estudió esta zona desde el punto de vista de los actores que confluyen en la misma documentando cómo durante los últimos años “ha habido una amplia expansión de la ciudad hacia dentro del cerro y al interior mismo del cerro ha habido mayor degradación de la vegetación”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Civil Guaiacum José Dehesa Mitre, criticó que en Culiacán hay hasta 14 distintos tipos de ecosistemas y que los bosques secos, como el de las Siete Gotas, son a la vez de los más ricos por su biodiversidad pero también los más afectados, sobre todo para liberar terreno para actividad agrícola.
“Tenemos un montón de ecosistemas en Culiacán y no lo valoramos porque parece monte. Tenemos el ecosistema de Siete Gotas y pensamos que como está todo café está seco, pero es uno de los ecosistemas más diversos en el mundo, conserva más de 1000 especies de plantas entre arbustos, árboles, orquídeas, enredaderas, parásitas, etcétera; más de 100 especies de aves, más de 10 especies de reptiles, algunas especies de anfibios, mamíferos. En algún momento llegó a haber Jaguar en el Siete Gotas. Estoy hablando de hace más de 100 años, lamentablemente eso se perdió no por el crecimiento urbano”, comentó.
Pero a pesar de la degradación que esta y otras zonas han sufrido en los últimos tiempos, Dehesa Mitre señala que aún tenemos posibilidad de conservarlos.
“El 7 gotas y El Tule son estos dos esos pulmoncitos que nos pueden ayudar a acabar con el calor de Culiacán”, puntualizó.
Por último, desde el ámbito crecimiento urbano, la Maestra en Planeación Ingrid Citlalli Esquivel, comentó como en el caso de las Siete Gotas no han sido tanto los asentamientos irregulares, sino los fraccionamientos ‘regulares’, los que se han encargado de deforestar la zona ante la falta de alguna capa de protección por parte de las autoridades.
“Realmente el crecimiento de la ciudad se ha dado más por fraccionamientos que por asentamientos irregulares; nosotros no tenemos un crecimiento tan basto de estos como en otras ciudades, y creo que hay que pensar en la irregularidad de los fraccionamientos también y dejar de criminalizar los asentamientos irregulares”, explicó.
“Desde gran parte de la ciudad se pueden percatar del desmonte del Cerro de las Siete Gotas y la verdad es algo muy alarmante porque es un activo natural muy importante”, alertó.
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