Nashville, Tennessee.- Los altos costos de alquiler en Estados Unidos representan una carga significativa para millones de inquilinos, pero para los inmigrantes, en particular aquellos que aún no han obtenido la ciudadanía, situación que se vuelve especialmente desafiante.

Expertos en vivienda han observado que los inmigrantes, tanto documentados como indocumentados, desempeñan roles cruciales en la economía estadounidense, a menudo ocupando trabajos esenciales y de bajo pago. Sin embargo, la falta de apoyo y aceptación en muchas ciudades del país, combinada con los alquileres exorbitantes, dificulta su capacidad para vivir de manera digna y participar plenamente en la sociedad.

Los datos muestran que en Nashville, una metrópolis que ha emergido como un imán para los inmigrantes en el sur de Estados Unidos, la carga de los alquileres afecta desproporcionadamente a los residentes nacidos en el extranjero que aún no son ciudadanos, y así lo han documentado Madhuri Sharma y Mijail Samarin, profesores de Geografía y Sostenibilidad en la Universidad de Tennessee.

Vista de la ciudad de Nashville, Tennessee. Imagen: pixabay.com

Muchos de estos trabajadores inmigrantes gastan más del 50% de sus ingresos en alquiler, lo que limita su capacidad para costear necesidades básicas como educación, atención médica y alimentación saludable, de acuerdo con el artículo publicado por The Conversation.

 

La importancia de abordar esta crisis de vivienda para los inmigrantes, refieren los académicos, radica en su papel vital en el crecimiento demográfico y económico de Estados Unidos.

Incluso afirman que a pesar de las restricciones pandémicas, la inmigración sigue siendo un factor importante, agregando más de un millón de nuevos residentes al país en 2023. Lamentablemente muchos de estos inmigrantes se enfrentan a la dificultad de encontrar viviendas asequibles, lo que obstaculiza su integración y bienestar.

“Nuestra investigación revela que los inmigrantes en Nashville, en particular aquellos que provienen de comunidades racial y étnicamente diversas, enfrentan una mayor carga de alquiler. Los vecindarios con alta diversidad étnica y racial tienden a tener los niveles más altos de alquiler, lo que dificulta aún más la situación para aquellos que ya enfrentan barreras lingüísticas y culturales”, detallan.

 

La investogación menciona que la pandemia de COVID-19 solo ha exacerbado estas disparidades, especialmente para comunidades de color. “Los inquilinos de minorías étnicas enfrentaron tasas de desalojo más altas y mayores cargas de costos durante la crisis, lo que subraya la necesidad de abordar las inequidades sistémicas en el acceso a la vivienda”.

Proponen viviendas asequibles

 

Los investigadores afirman que una solución fundamental para aliviar la carga de los alquileres es la creación de más viviendas asequibles. Sin embargo, admiten, los desafíos persisten, ya que las comunidades a menudo se oponen a estos proyectos debido a preocupaciones sobre la delincuencia y la congestión del tráfico.

Por ello es fundamental que las ciudades desarrollen estrategias integrales que aborden tanto la disponibilidad de viviendas como las barreras sistémicas que enfrentan los inmigrantes en el acceso a la vivienda.

En última instancia, coinciden, ayudar a los inmigrantes a acceder a viviendas asequibles no solo es una cuestión de equidad, sino también una estrategia inteligente para fomentar la inclusión y el crecimiento económico.

 

Las ciudades orientadas al crecimiento deben reconocer la importancia de esta población y tomar medidas para garantizar que todos los residentes, independientemente de su origen, tengan acceso a viviendas seguras y asequibles, finalizan.

Aspecto de los rascacielos en la ciudad de Nueva York. Imagen: pixabay.com

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Esta es una publicación original de The Conersation. Aquí puede consultar el contenido original.