Culiacán.- A través de la experiencia de Jonathan, un adolescente que migra de Guerrero a Colima impulsado por la esperanza de sus padres, trabajadores agrícolas en un ingenio azucarero, que desean que estudie la secundaria y se reúna con ellos, Isis Ahumada explora el modo de vida de las comunidades migrantes jornaleras nahuas y expone en su documental “Mi no lugar” sobre la precariedad económica, discriminación y el trabajo infantil.

Su documental “Mi no lugar” fue presentado en La Casa del Maquío, como parte de la programación de Norte Docs, un encuentro cinematográfico internacional en Culiacán.

La proyección de su documental y la posterior charla con la directora, despertó el interés de los asistentes y levantó un encuentro de voces sobre el trabajo infantil y la vida de las personas migrantes jornaleras.

Un problema del cual Sinaloa no se encuentra exento, pues en años recientes se han muerto niños a causa de vivir en espacios reducidos y en condiciones insalubres, quienes son traídos desde otros estados, bajo un esquema de contratación y subcontratación de trabajadores para los campos agrícolas.

Al inicio de la charla, Isis Ahumada contestó algunas dudas sobre lo que ha sido la vida del joven Jonathan (protagonista del documental) y sobre su propio proceso creativo para realizar este proyecto.

–¿Cómo fue el proceso para grabarlos (…) ellos sabían qué era lo que estabas haciendo?

-Yo llego a la comunidad la Quesería cuando egreso de la carrera de comunicación y yo ahí empecé con la idea de querer hacer cine documental, entonces dije: en lo que ahorro para estudiar cine voy a dar clases en la escuela que daba clases mi mamá. Llego ahí y el primer año conozco a estudiantes jornaleros y migrantes y empiezo a ir al albergue. Me llevaba la cámara, pero me daba mucho pudor.

Cuando conozco a Jonathan, fue una semana antes de iniciar el ciclo escolar. Le pido permiso a sus papás sin conocer a Jonathan (…) les pido permiso porque les platico que voy a grabar un documental y ellos con la confianza de que soy maestra me dijeron que sí, realmente no me hicieron muchas preguntas. Cuando Jonathan llega obviamente no amaba la cámara, no le encantaba. Con los niños y niñas (que aparecen en el documental) creo que el proceso fue más de jugar.

No le había platicado a Jonathan que quería contar una historia suya, fue como medio año después que yo me llevo una computadora y le dije quiero hacer un documental y le puse un documental cortito que encontré que era de un niño que estaba trabajando como bolero de zapato. Le puse el documental y su rostro fue de ya entendí qué quieren hacer, ya entendí por qué me sigues y por qué quieres hablar conmigo. Como que lo entendió y todo fluyó mejor.

Poco después, hubo una participación sorpresa desde el público. Se trató de Francisco Campaña Acosta, de Agrícola Campaña y ex dirigente de la AARC, quien durante más de diez minutos habló sobre la estigmatización que hay hacia los empresarios de este rubro, a pesar de las prestaciones sociales que realizan para mejorar la calidad de vida de los jornaleros migrantes.

“Yo lo que les quiero compartir es que estos niños, estas familias, a veces tienen mejor calidad de vida aquí que en sus lugares de origen, aquí pueden ir a la escuela, nosotros los llevamos en un autobús a la escuela. Tenemos lavandería sin costo para ellos porque no queremos que su tiempo libre lo gasten lavando ropa, tenemos un consultorio médico. Tratamos de invertir en lo que yo llamo infraestructura social para estos trabajadores”, dijo.

 

“No es blanco y negro, hay muchas tonalidades de grises”, agregó.

Su participación causó un poco de molestia silenciosa entre los asistentes debido a la duración de su discurso, el cual tomó casi un tercio de la charla con la directora. Sin embargo, Isis Ahumada respondió amablemente a esta intervención señalando la importancia de la labor social que pocas empresas agrícolas tienen hacia sus trabajadores.

Después de este encuentro de ideas, Isis Ahumada habló sobre la necesidad de abrir espacios para el cine de impacto, pues de estos proyectos surgen ideas y actividades enfocadas a abonar problemáticas como en este caso es el trabajo infantil.

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