Culiacán, Sin.- Movimiento Ciudadano (MC) es un partido de registro nacional que en Sinaloa ha tenido tropiezos mayúsculos, como cuando el empresario Mario Ímaz López lo dirigió teniendo como mayor logro que él haya sido diputado plurinominal. Después de eso el partido perdió el registro local y prácticamente dejó de existir en la vida pública sinaloense.

En las elecciones a la gubernatura en 2021 se invitó a Sergio Torres Félix, quien recién había dejado el PRI en protesta contra la designación de Mario Zamora Gastélum, para que fuera el abanderado naranja. El resultado fue malo, aunque no catastrófico. Movimiento Ciudadano recuperó el registro local y logró una diputación plurinominal con Celia Jauregui Ibarra.

Torres Félix perdió la gubernatura, pero ganó ser quien dirigiera el partido de Dante Delgado -líder nacional de MC- en Sinaloa. El ex priista consiguió oficinas y paulatinamente un grupo de militantes, apoyándose, sobre todo, en personas jóvenes, rechazadas de otros partidos y miembros de iglesias cristianas.

En casi tres años construyó un grupo integrado por mujeres y hombres con poca experiencia política-electoral, aun así se apoyó de personajes con una posición política y social amplia, pero un tanto desconocida.

Se trata de Fernanda Rivera y Miguel Vicente.

Fernanda Rivera, apuesta por el hartazgo y el voto joven

 

Fernanda Rivera es una ex priista, quien ya fue electa diputada local por Ahome y que ha liderado el voluntariado de mujeres en Cruz Roja. Una mujer que reconocer y comprende el poder político y económico, sobre todo del norte de Sinaloa.

Ahora mismo compite para el Senado con Movimiento Ciudadano, al que llegó quejándose de las formas de hacer política del PRI.

“Hay partidos que tienen secuestradas y apartadas las aspiraciones y las candidatura, no los dejan llegar… En MC no hay una atadura, no hay una necesidad de tener que llegar y preguntar con quién se debe hablar para llegar. No, aquí el 50 por ciento de las candidaturas son de ciudadanos”, menciona la candidata en entrevista.

 

Rivera habla desde su perspectiva como mujer, política y madre de jóvenes con aspiraciones personales, a quienes les ha visto, dice, un hartazgo por los formatos que Movimiento Ciudadano a nivel nacional llama “de políticos de siempre”.

Ahora viste de manera casual, un tanto informal, con tenis de color naranja y se hace acompañar de Miguel Vicente, un joven de 35 años al que invitó para que fuera su compañero de fórmula.

Ambos surgieron del PRI, pero no fueron parte de los planes ni del proyecto de ese partido para encabezar propuestas políticas. Ahora son críticos de los formatos y las estrategias.

“Están compitiendo allá afuera no para el Senado, sino para la gubernatura de 2027, están teniendo una lucha encarnizada”, señala Rivera, asegurando que “Sinaloa no quiere eso, si abres un periódico ves información y a la gente ya cansada de eso”.

Habla, entonces, de “una nueva forma de hacer política”, que describe con ejemplos de cercanía social, con escenas donde mujeres y hombres se ponen a bailar con la música del llamado “Movimiento Naranja”, el mismo que se ha colocado en los primeros lugares de popularidad en las listas de Spotify.

Es en esas reuniones, prosigue Rivera, en las que ha recogido peticiones que tiene que transformar en propuestas que incidan en los presupuestos.

“La plataforma de nosotros es estructurar desde la ciudadanía esas propuestas que al ciudadano sí le hagan efecto, chiquitas si tú quieres, pero funcionales”, dice.

 

“(…) Estamos buscando que al llegar al Senado incidir en el presupuesto, porque ahí se gesta, ahí se baja a los municipios, está la voz representada de los estados, donde se toman las decisiones”.

Fernanda Rivera dice que va por el primer lugar en las elecciones al Senado, sentándose en la base de un hartazgo que ella junto con Miguel Vicente han observado en los recorridos en calles.

“Yo sí voy a la calle y la gente me ha dicho que no quiere saber nada de uno o de otros y aguas, ahí es donde está el voto, asegura la candidata.

La estrategia de Movimiento Ciudadano, agrega, es en apostar por ese hartazgo y por uno de los segmentos que representan el 30 por ciento del padrón electoral: los jóvenes.

“Si yo estoy aquí es por dejar sembrada la semilla y la confianza de que los jóvenes pueden salir a las calles, de que también se vale ser, se vale querer, pero se vale más creérsela”, menciona.

 

Miguel Vicente, un político joven que renunció a la pose priista

 

Miguel es un político joven, de 35 años, formado en el PRI donde pasó de ser un espectador a un asesor legislativo con personajes importantes de manera local como Sergio Jacobo, Ricardo Madrid o Gloria Himelda Félix Niebla. Los últimos dos renunciaron al partido y se sumaron al proyecto de Morena, pero Miguel no, decidió tomar su propio camino.

Es el segundo en la fórmula de Movimiento Ciudadano en Sinaloa, que encabeza Fernanda Rivera. Ella fue quien lo invitó a competir para un proyecto que ahora mismo es alternativo y que junto con Sergio Torres Félix -el dirigente local- debe crear una base partidista después de tropiezos históricos en Sinaloa.

La causa de su salida del PRI es su ideal personal político, mismo que lo llevó a Movimiento Ciudadano como un invitado sin partido. Dice que tiene que ver más con una visión personal sobre cómo cree que debería ser la política de México.

“Soy una persona que hace política siempre. Sin embargo, siempre he sido espectador, siempre he sido analista, asesor, incluso comentarista de la política, pero nunca me ha gustado ser protagonista, porque tengo una percepción del político tradicional, que es mucha pose, que es una cosa distinta a lo que se es en persona y el partido donde yo estuve, que es el PRI, no te permitía otra forma”. menciona en entrevista.

 

“En MC encontré un lugar donde hay personas auténticas, sin tener que posar. Dije, bueno, tal vez en MC puedo ser protagonista sin tener que posar, sin tener que forzar mi personalidad, sin tener que mentirle a la gente, porque algo de lo que yo adolezco es que estoy harto de que los políticos digan mentiras.

“Es verdad, a mí me ha tocado ser partícipe de gobiernos que dicen mentiras, pero es algo que no me gusta, por eso no he participado. Oportunidades había tenido, pero buscar el poder por el poder no es mi intención”.

 

Miguel Vicente es un político que no cuenta con una carrera fácilmente visible. Su nombre está en los registros y plataformas gubernamentales y partidarias, con la característica de haber sido siempre un hombre detrás del reflector, corrigiendo discursos, proponiendo temas para discutir en estrados y el Pleno, discutiendo en los círculos priistas.

Su mayor visibilidad en la vitrina pública es ser uno de los fundadores de Politkmnte, un sitio sinaloense de internet especializado en política local. Recién estrenó también una revista física con ediciones sobre popularidad y liderazgo de personajes que trabajan en Sinaloa.

Más allá de esas opciones, Miguel no cuenta con una visibilidad mayor. Lo reconoce. Pero eso no le afecta, dice que se sabe como una persona que trabaja estrategia, aunque el modelo político y la circunstancia actual no le ha favorecido.

Su apuesta es la de integrarse a la reconstrucción de un partido nacional de manera local.

Sus propuestas al Senado se suman a la plataforma nacional, pero de manera personal dice contar con temas específicos que deben discutirse de manera inmediatas.

“Yo como joven político de 35 años y a los de mi generación, creemos que debe atenderse el tema de vivienda, nos afecta el tema de empleos mejores pagados, el tema de acceso a la salud, temas con los que coincido porque me toca padecer”, señala.

 

Su estrategia de trabajo es la impulsar a Movimiento Ciudadano y crear una plataforma política para sumar a quienes van por candidaturas locales,con una intención de lograr resultados positivos para el partido.

Si bien, Miguel Vicente se dice convencido de poder llegar al Senado, también sabe que el camino es más complicado que solo salir durante 60 días de campaña electoral y caminar decenas de kilómetros, tomarse fotografías, reunirse con simpatizantes y dar discursos públicos, debe competir contra el oficialismo de Morena y la maquinaria del PRI-PAN-PRD-Partido Sinaloense.

Su experiencia como asesor legislativo le hace pensar con cálculos aritméticos, por ello que en su planteamiento más sensato reconoce que su plan es posicionar a Fernanda Rivera y luchar por ingresar a un proyecto más amplio a nivel nacional junto con Dante Delgado, Samuel García, Enrique Alfaro y más emecistas que hoy tienen espacios en el poder público.

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