Culiacán, Sinaloa.- El drástico incremento en la superficie de bosques incendiados en los últimos dos años subraya la urgente necesidad de realizar cambios y acciones concretas en la gestión de los incendios forestales.

Durante los últimos días se ha dado a conocer que la superficie de hectáreas afectadas por los incendios forestales durante lo que va del 2024 ya superó el máximo histórico del 2023, con poco más de 40 mil hectáreas dañadas.

Esto, más las 38 mil hectáreas afectadas durante el 2023, suman ya una tercera parte del total de la superficie afectada desde el año 1970. Por decirlo de otro modo, bastaría que la cifra se mantuviera en estos niveles durante los próximos dos años para que en 4 años se afectara la misma cantidad de bosques que se quemaron entre 1970 y 2022.

Ante estas cifras alarmantes, el biólogo con experiencia como asesor técnico forestal en servicios ambientales, reforestación y suelos, Juan Carlos Leyva, divide las acciones necesarias en cuatro ámbitos a atender: prevención y gestión, restauración de ecosistemas, educación y concientización, y política y planificación.

Consultado por Espejo, el también coordinador regional de Pronatura Noroeste y maestro en Análisis de Políticas Públicas, reconoció que estas cifras son algo nunca antes visto en la entidad y calificó l incremento como alarmante.

“Este preocupante fenómeno no solo amenaza la biodiversidad de la región, sino que también tiene profundas implicaciones para los servicios ecosistémicos y el bienestar de las comunidades locales”, indicó.

 

Entre las principales afectaciones del incremento de este fenómeno indicó que el fuego en los bosques sinaloenses afecta la biodiversidad local y pone en peligro a numerosas especies de plantas y animales. La alteración de las relaciones ecológicas y ciclos biogeoquímicos, añadió, impacta la resiliencia de estos ecosistemas.

Una de las afectaciones más visibles es la de erosión y desertificación del suelo que, por otro lado, disminuyen la capacidad de los bosques para capturar carbono de la atmósfera y modifica los microclimas locales, situación de vida muerte para la vida en las zonas afectadas.

Además, esta erosión disminuye la capacidad de captación de agua del suelo, lo que altera los ciclos hidrológicos locales y aumenta el riesgo de inundaciones durante lluvias intensas atípicas (como ya se han tenido en Sinaloa y recién se tienen en zonas como Campeche).

Ante esto, Leyva Martínez propuso recomendaciones para la mitigación de los daños generados en los últimos dos años como el implementar sistemas avanzados de monitoreo y alerta temprana, promover programas de reforestación en áreas afectadas y realizar campañas de educación y concienciación dirigidas a las comunidades locales.

Propuso también involucrar a estas comunidades en la vigilancia y gestión de incendios, desarrollar planes de manejo integral a nivel estatal y municipal, asegurar un financiamiento adecuado y sostenible en el tema e incluso el realizar quemas prescritas y otras prácticas de manejo de combustibles para reducir la cantidad de material inflamable.

Cuestionado al respecto, el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, dijo no conocer al detalle si los presupuestos destinados a esta área han sido los suficientes; sin embargo, aseguró que, a la luz del incremento exponencial en las hectáreas afectadas en Sinaloa, buscarán atender esta área a la hora de planear el presupuesto estatal para el próximo año.

“En cuanto a recursos públicos estatales para temas de materia ambiental, ¿no cree usted que faltan más recursos en el presupuesto?”, se le preguntó. “Es muy probable que falten recursos en el presupuesto”, respondió al reconocer que la sequía extrema y las causas humanas son las principales causantes de está situación.

Durante este 2024, señala la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos del Estado de Sinaloa para el Ejercicio Fiscal del año 2024 y Anexos publicada en la edición 156 del Periódico Oficial del Estado de Sinaloa, el presupuesto estatal para el desarrollo y protección forestal fue de 8 millones 594 mil 750 pesos, de los cuales 4 millones y medio están etiquetados para la prevención y combate contra incendios forestales.

Durante el 2023, año en que la cifra de hectáreas forestales incendiadas se disparó, el presupuesto asignado a Desarrollo y Protección Forestal fue de 5 millones 301 mil 773 pesos; sin embargo ese año no se destinaron recursos para la prevención y el combate a incendios forestales.

Por otro lado, en 2023 los recursos destinados para combatir el Cambio Climático sumaron 93 millones 633 mil 128 pesos; mientras que en el 2024 estos sumaron 112 millones 735 mil 368 pesos. Un incremento nominal del 20.4 por ciento.

Por su parte, Juan Carlos Leyva consideró que implementar las estrategias propuestas contribuirá a mitigar el impacto de los incendios forestales en las áreas naturales de Sinaloa. “La situación actual es un llamado urgente a la acción, para salvaguardar el patrimonio natural y el bienestar de las futuras generaciones en Sinaloa”, puntualizó.

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