Culiacán, Sinaloa.- “Cuando tú has viajado por Sinaloa 40 años o más, empiezas a ver manchas, manchas, manchas, que la piel de la tierra de Sinaloa tiene varicela con menos lluvia, más calor, menos suelo…”, testifica Rito Vega Aviña.
En entrevista para ESPEJO, el autor del primer inventario de la flora de Sinaloa, reflexiona que el cuidado del medio ambiente ha sido un tema relegado por actuales y viejas administraciones públicas y que, en sus décadas recorriendo el territorio de Sinaloa, ha visto crecer los efectos adversos de este descuido de nuestros ecosistemas.
“Hablamos mucho de restaurar los bosques, pero estamos talando de manera desmedida, deforestando, y por otro lado hay incipientes programas de reforestación, pero que no llegan a la arborización siquiera”, lamentó el científico naturalista.
Sequías, incendios, inundaciones…
Entre las afectaciones ambientales que Vega Aviña menciona se encuentra la sequía que, a pesar de las lluvias torrenciales que trastocan la vida de las ciudades sinaloenses, al 15 de agosto seguía afectando en algun grado casi la totalidad del territorio sinaloense, según revela el Monitor de Sequía de México del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
A pesar de que las lluvías torrenciales son constantes en sitios como Culiacán, estas solo se reflejan en casas inundadas, vehículos arrastrados y vidas puestas en riesgo por la creciente de los arroyos; pero no así en un incremento significativo del nivel de captación de agua en las presas, que al día de hoy mantienen un promedio de 25% de su capacidad, un total de 3 mil 918 millones de metros cúbicos de agua de una capacidad total de 15 mil 624 millones.
A nivel social, aun en temporada de lluvias el Gobierno de Sinaloa se encuentra llevando agua potable a 296 comunidades de 13 municipios. A mediados de agosto, eran 183 mil 526 los sinaloenses sin agua a través del Programa Emergente de Sequía de la Comisión Estatal de Agua Potable y Alcantarillado de Sinaloa (CEAPAS).
“Sigue creciendo con menos agua, menos lluvia, más calor, menos suelo, menos agua en las presas, más lodo en las presas…”, expresó.
Otra expresión de esta ‘varicela’ es el gran incremento de la superficie afectada por incendios forestales. La superficie de hectáreas afectadas por los incendios forestales durante lo que va del 2024 ya superó el máximo histórico del 2023, con poco más de 40 mil hectáreas dañadas.
Esto, más las 38 mil hectáreas afectadas durante el 2023, suman ya una tercera parte del total de la superficie afectada desde el año 1970. Por decirlo de otro modo, bastaría que la cifra se mantuviera en estos niveles durante los próximos dos años para que en 4 años se afectara la misma cantidad de bosques que se quemaron entre 1970 y 2022.
Otro punto de comparación que nos ayuda a dimensionar la realidad sobre los incendios en Sinaloa es que, del total de 224 mil 034 hectáreas afectadas de 1970 a la fecha, una tercera parte (31 por ciento) han sido durante los últimos dos años.
“Las áreas están destinadas para algo, un bosque está destinado a ser un bosque, pero ¿qué pasa cuando lo tumbas y pones una pradera de zacate para el ganado? No sé porque tumban un cerro y le meten zacate cuando en un cerro hay muchísimas plantas que son alimento y que mantienen el equilibrio. Entonces te pueden dar alimento al ganado de manera natural. No que tumben todo”, ejemplificó Vega.
La varicela de la falta de agua
El ingeniero agrónomo reconoce que “para hacer una contribución a la naturaleza, es necesario impregnarse de ella”. Es por eso que en 1994, hace ya 30 años, decidió jubilarse para poder trabajar en lo que realmente quería hacer: explorar el territorio y conocer de primera mano la flora nativa de Sinaloa.
Tras más de 20 años de trabajo, en 2021 Vega Aviña publicó un inventario de la flora nativa y naturalizada del estado, una edición que enlistó 3 mil 882 especies de plantas, de las cuales 74 son endémicas, 54 con algún estatus de protección y 400 recomendadas para programas de reforestación.
En esta vida recorriendo los diversos ecosistemas de la entidad, Rito ha podido observar los efectos de la acción del hombre sobre los ecosistemas locales y, en ese sentido, asegura que la tierra de Sinaloa padece, desde hace años, una varicela que no ha hecho más que crecer con el paso del tiempo.
Está situación indigna al científico que reclama que las autoridades públicas no atienden los problemas ambientales desde sus causas y que, por el contrario, siguen dedicando recursos a combatir efectos en una tarea sin fin.
“Alguien que ya estudió busca erradicar de origen y no estar luchando contra los efectos, porque los efectos siempre van a estar ahí”, advierte. “En el caso de hacer colectas de basura en los ríos, ¿dónde está la autoridad para evitar que esa basura llegue allí?”, reclama.
Para curar está varicela, señala Vega Aviña, el camino pasa por seguir y fortalecer el ciclo natural del agua, en un marco de acción a nivel de cuenca que establezca acuerdos de corresponsabilidad entre quienes habitan y conservan el bosque, quienes aseguran el acceso a fuentes de agua y quienes dependen del agua y sus afluentes para obtener sustento y desarrollar sus estilos de vida.
“Las ciudades en la planicie nada más abren la llave y el de arriba ¿qué recibe a cambio? ¿Cómo podemos hacer esa integración, la industria, la urbanidad y la zona costera? Logremos que el de arriba conserve su bosque, vamos a juntar Durango, Chihuahua y Sinaloa, la zona montañosa. Pero ¿qué se le va a ofrecer a esa gente para que ella misma cuide sus bosques?”, se pregunta.
Pero más abajo tenemos otro problema, añade. Una vez que el agua llega a zona urbana, esta se contamina y se arroja a drenes y cuerpos de agua, perjudicando a todo el sistema producto del mar. “… que son los peces y todas las especies que consumimos”, anota.
La agenda ambiental
En el 2014, justo hace ya 10 años, el Consejo Ciudadano de Ecología de Sinaloa hizo pública una Agenda Ambiental para el Desarrollo Sustentable en el Estado de Sinaloa, la cual, entre otras cosas, proponía la creación de una secretaría estatal de medio ambiente.
En esta, Rito Vega participó como recopilador, editor y defensor de la información y el trabajo de mucha gente, y él mismo da cuenta de cómo tras la creación de esta primer secretaría ambiental durante la administración de Quirino Ordaz Coppel, fue absorbida y puesta a nivel de subsecretaría en la SEBIDES.
“Además que la secretaría de medio ambiente debe tener a alguien que tenga que ver con el medio ambiente. Hasta ahorita, dime ¿Quién está en la subsecretaría de medio ambiente? Estaba Yamel Rubio y la quitaron”.
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