Culiacán, Sinaloa.- No es sencillo ser un estudiante en una ciudad donde la vida parece haberse sumergido en un constante ciclo de temor y violencia. Las escuelas, antes llenas de risas, gritos y movimiento, ahora están marcadas por la soledad y el silencio. Ya no hay estudiantes en las aulas universitarias, ya no hay camiones repletos de jóvenes con sus mochilas, pero sobre todo, ya no hay esa tranquilidad de salir a las calles, no desde que el pasado 9 de septiembre estalló una “guerra” entre grupos criminales que mantiene a la ciudad dentro de ese ciclo que parece nunca acabar.

Esta colección de relatos recoge las experiencias de jóvenes estudiantes que tuvieron la necesidad de compartir sus frustraciones, temores e inquietudes sobre una realidad que atenta contra sus derechos a la educación, salud y seguridad, una realidad que los ha confinado en sus casas a recibir clases virtuales como en la pandemia del COVID-19, pero que a diferencia de ese entonces no hay medidas para protegerse.

Los textos tienen puntos en común: el miedo, la crítica a las autoridades por minimizar la situación y la sensación de aislamiento al estar confinados teniendo clases virtuales sin poder interactuar de forma presencial con sus compañeros, amigos y maestros.

Por ejemplo, en su relato, una autora anónima expresó la angustia que siente al ver cómo la violencia ha pausado su vida y destacó el impacto psicológico y emocional que le genera estar en medio de una “guerra que no es propia”.

“He de confesar la impotencia que siento sobre todo cuando veo a personas de otros estados de México haciendo su vida normal, pero para nosotros la normalidad es un concepto que nos es cada vez más lejano”, extracto del relato titulado Sentir que tu vida se puso en pausa por una guerra que no es propia.

 

En otro relato, un joven mencionó la importancia de no perder la crítica social ante las acciones y declaraciones de un gobierno que ha minimizado la situación de inseguridad en un país lleno de estudiantes con miedo.

Éstas narraciones también cuentan con algunas experiencias personales de los jóvenes sobre cómo ha sido su vida ante la violencia que oprime a Culiacán desde el pasado 9 de septiembre, pues en uno de los relatos, un joven compartió una situación de terror que vivió al escuchar disparos cerca de la casa de su hermana.

“Incluso el refugio ya no me otorga sosiego. El 21 de septiembre a las 3 p.m., estando en Tierra Blanca en casa de mi hermana, los disparos comenzaron a sonar a solo una calle de distancia. Balazos, luego ráfagas incesantes de metralleta. El terror me hizo tirarme al suelo, temiendo que las balas pudieran atravesar las paredes. No puedo imaginar el pánico de aquellos que estaban expuestos a la intemperie”, extracto del relato titulado Incluso el refugio ya no me otorga sosiego.

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Estudiantes narran sus experiencias ante la violencia en Culiacán.

Este proyecto que Revista ESPEJO acompaña participó en mentoría la Profesora Itzel Miranda, quien guió a estudiantes junto con el equipo editorial de este medio para poder recoger sus sensaciones y reflexiones desde su óptica respecto lo que sucede en la capital de Sinaloa.

Son más de diez relatos de estudiantes que narran sus reflexiones, opiniones y emociones ante esta “guerra” a la que no fueron invitados, pero que terminó envolviéndolos y obligándolos a resguardarse.

Más sobre Voces de la narcopandemia en Culiacán:

“Vivo… pero no a mi manera”

“El gobierno no nos proporciona seguridad en las calles”

“No deseamos culminar la escuela de manera virtual”

“Esta inseguridad me acompaña en todo momento, incluso en casa”

“Sentir que tu vida se puso en pausa por una guerra que no es propia”

“Incluso el refugio ya no me otorga sosiego”

“Esto no es Culiacán”

“La sociedad no va a olvidar”

“Devuélvanme mi ciudad”

“La situación actual de Culiacán me asusta”

“Hay una crisis de empatía”

“Ver una ciudad vacía”

“Apostar en este juego a qué mañana será un mejor día”

“Me siento insegura en todo momento y lugar”

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