La compra mediante una adjudicación directa a la empresa Azteca Lighting de 2 mil 139 lámparas, con un costo de 187 mil 400 pesos cada una para la iluminación pública de Mazatlán, fue el punto de inflexión de la administración de Luis Guillermo Benítez Torres.

Lo que comenzó como una observación de organismos civiles por denunciar un caso de violación a disposiciones en materia de adquisiciones, transparencia y rendición de cuentas, escaló a la intervención de los mismos regidores del cabildo del Ayuntamiento de Mazatlán por esta anomalía.

Se pasó de las denuncias ciudadanas a la intervención de la Auditoria Superior del Estado, órgano que posteriormente acudió a la Fiscalía General del Estado con una denuncia por presunto daño patrimonial a las arcas municipales de Mazatlán.

Ante este contexto en Sinaloa, ya había un antecedente inmediato en la escena política de otro alcalde enjuiciado políticamente que parecía ir por la misma vía, dado las similitudes de los procedimientos legales activados por las autoridades.

Pero ante cualquier pronóstico el caso sorprendió a la opinión pública cuando el “Químico” renunció a la presidencia municipal para sumarse al gabinete del gobernador Rubén Rocha Moya como nuevo titular de Turismo.

En tanto, su estatus legal se mantiene en suspenso en lo que podría terminar en un posible desafuero…

ANTECEDENTES

PONEN LA LUPA EN EL AYUNTAMIENTO DE MAZATLÁN

LA ESTRATEGIA DEL “QUÍMICO”

EL DAÑO PATRIMONIAL AL PUERTO

EL PUNTO DE INFLEXIÓN DEL LUIS GUILLERMO BENÍTEZ

El VIRAJE INESPEDADO

ROCHA MOYA CRITICADO

INICIA EL PROCESO

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